Por sus cualidades de fuerza y valor, ha sido, en el pasado, también utilizado por las fuerzas de policía con resultados que no fueron, sin embargo, muy satisfactorios debido a que en ciertas ocasiones se mostraba demasiado feroz y por lo tanto difícil de controlar. Más adelante, a través de una atenta selección en la cual se ha hecho hincapié fundamentalmente en lo relativo al carácter, se ha tratado, con éxito variable, mitigarlo un poco en lo que a agresividad se refiere. En la actualidad, siendo un óptimo y seguro perro de guarda, parece mostrarse muy dócil y afable con sus propietarios revelando una faceta de su carácter hasta ahora desconocida. Necesita de amplios espacios donde poder moverse para desarrollar al máximo su potente musculatura y alcanzar naturalmente, la conformación ideal. Le gusta mucho realizar largos paseos a paso moderado. No es preciso, en efecto, fatigarlo mucho ya que, debido a morfología del hocico de la caña nasal, el Dogo de Burdeos tiene dificultades respiratorias, razón por la cual no soporta los climas demasiados cálidos.